COFRADÍAS

PASO BLANCO

El Paso Blanco se enmarca dentro de la Archicofradía del Rosario, cuyo nacimiento data de la primera mitad del siglo XV.Se trata de la cofradía más antigua de Lorca, siendo su sede la Capilla del Rosario y su imagen titular, Nuestra Señora la Virgen de la Amargura. La imagen de la Virgen de la Amargura, es obra del imaginero murciano D. José Sánchez Lozano, del año 1.949. Con anterioridad existió otra imagen de la Virgen de la Amargura, obra de Francisco Salzillo, pero que fue destruida durante la guerra civil española.

En cuanto a su rico patrimonio, se sitúa el Conjunto Monumental Santo Domingo, compuesto por la antigua iglesia Conventual de los dominicos, actual Museo de Bordados del Paso Blanco; la Capilla de Nuestra Señora del Rosario; y la sede de la Fundación Santo Domingo y Casa del Paso. La Capilla del Rosario se construyó entre Marzo de 1707 y 1740. Destaca por sus pinturas de arte rococó y por la presencia de sus retablos, sobre todo el mayor, cuyos relieves escultóricos presentan escenas alusivas a los Misterios del Rosario.

Aquí encontramos el acceso al muBBla, Museo de Bordados del Paso Blanco, primer museo de bordados artísticos del mundo y mención nacional de calidad del Ministerio de Turismo. Tiene como objetivo primordial la conservación y exposición del patrimonio textil del tesoro artístico del Paso Blanco, de entre los que destacan seis Bienes de Interés Cultural, (BIC) que son las que conforman el entorno de la Virgen de la Amargura: Manto de la Virgen de la Amargura, Estandarte de la Oración en el Huerto (una de las obras maestras del bordado lorquino), y los Paños frontal, posterior,lateral izquierdo y lateral derecho del Palio del Trono de la Virgen de la Amargura. Estas obras se exponen en la Cámara de las Maravillas, estancia más importante del muBBla.

Podemos definir el cortejo del Paso Blanco como un antes, un después y un futuro. Un antes, del testimonio de Cristo, con figuras como David, Salomón, la reina Balkis de Saba o Roboam y Jeroboam con las tribus Israelitas y la Babilonia de paradisíacos territorios con Nabucodonosor y el profeta Daniel.

Un después, representado en el poder de Roma como figuras principales Octavio, Majencio, Constantino y Teodosio. Y otra mujer, Santa Elena, madre de Constantino. El futuro nos llega de la mano del Apocalipsis de San Juan, prediciendo lo que ha de venir: Muerte, Hambre, Guerra y Peste. Todo cortejo debe tener su apoteosis final; cinco conjuntos artísticamente armonizados.San Juan, La Verónica,
El Santísimo Cristo de la Oración en el Huerto, El Santísimo Cristo del Rescate y Nuestra Señora Virgen de la Amargura.

PASO AZUL

Los orígenes de la hermandad de labradores Paso Azul se remontan a mediados del siglo XVI (1555) vinculada a la archicofradía de la Vera Cruz y la Sangre de Cristo. A finales del siglo XVI dicha cofradía se establece en el convento franciscano de la puerta de Nogalte. La Hermandad de Labradores, conocida también en sus inicios como la Hermandad de las Angustias, nace aproximadamente en el año 1640 como una hermandad adyutriz (auxiliar) de la Cofradía de la Sangre, siendo en 1756 cuando ve ratificada su existencia mediante bula papal. Es a finales del S. XVIII cuando la hermandad encarga a Manuel Martínez la creación de una talla de vestir de la Virgen de los Dolores. Tras su creación, la Cofradía de los Labradores consigue hacia el año 1800 el derecho de hacer y presidir la procesión del Viernes de Dolores. Finalmente, durante la década de los 50, en el contexto de la revitalización de las procesiones lorquinas, se reactiva la Hermandad de Labradores tal como la conocemos a día de hoy: Hermandad de Labradores, Paso Azul.

La titular de nuestra Hermandad es la Virgen de los Dolores, cuya talla actual toma forma a manos de José Capuz. Ella preside la procesión del Viernes de Dolores y cierra el desfile azul en Viernes Santo. La hermandad cuenta además con otras dos imágenes: el Cristo de la Coronación (que procesiona en Jueves Santo) y el Cristo de la Buena Muerte (al que la Dolorosa acompaña en Viernes Santo). Todas nuestras imágenes se encuentran resguardadas en nuestra sede, la Iglesia de San Francisco, templo declarado Monumento Nacional desde 1982, siendo uno de los conjuntos arquitectónicos más valiosos de los conservados, no solo en la ciudad de Lorca, sino en toda la Región de Murcia.

La procesión azul se compone de dos partes perfectamente diferenciadas: el cortejo bíblico y el cortejo religioso, cada uno de ellos con identidad propia. En su conjunto, nuestro cortejo, que alcanza su mayor esplendor en Viernes Santo, es denominado como el Cortejo de la Redención. En él podemos ver cómo se fusionan con creatividad absoluta fragmentos del Antiguo y Nuevo Testamento, junto a algunos de los momentos históricos de mayor relevancia que conducen al Triunfo del Cristianismo, culmen de nuestra procesión.

En el desfile bíblico-pasional azul el bordado adquiere una relevancia esencial. Nuestra cofradía cuenta con seis bordados que fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2005. El primero en realizarse fue el manto azul de la Virgen de los Dolores (1905), dirigido por Francisco Cayuela. Este supuso una gran revolución al ser el primer manto que una Virgen desfilaba un Viernes Santo bordado en sedas de colores. De la década de 1910 son los estandartes del Ángel Velado, San Juan, María Magdalena y el Reflejo, que fueron realizados por Cayuela para el trono de la titular de la hermandad. Por último, el estandarte Guion (1944),
dirigido por Emiliano Rojo, muestra la actual imagen de la Virgen de los Dolores, de 1942, y es una de las piezas de mayor calidad del bordado realizado en los años de la posguerra. Dichos tesoros del bordado azul y lorquino, junto al resto de nuestras obras bordadas en oro y seda se recogen y conservan en el MASS (Museo Azul de la Semana Santa), museo más grande de la Región de Murcia.

PASO MORADO

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El actual Paso Morado tiene su origen en la "Hermandad de Caridad y de la Misericordia creada en el siglo XVII, que inició en Lorca la práctica piadosa del Vía Crucis. Este itinerario sacro, impulsado por el franciscano Alonso de Vargas en 1618, era un camino de oración señalado con diversas estaciones de cruces o altares, y que se recorre rezando en cada una de ellas en memoria de los pasos que dio Jesucristo desde el Pretorio hasta el Calvario, hasta su muerte y sepultura. Además de realizar este ejercicio devocional, aquella hermandad primera tenía la función de cuidar y alimentar a los presos pobres de la cárcel, asistir a los reos de muerte y atender a enfermos y desvalidos en general.

La Hermandad de la Misericordia se refunda a partir del año 1758, siendo su precursor D. Pedro Pérez de Meca, ahora bajo la denominación de "Hermandad del Cristo del Socorro". El 25 de enero de 1759 el general de la Orden de San Juan de Dios cede a la nueva Hermandad una capilla situada en el Convento-Hospital San Juan de Dios, situado en la calle Parrica -actual Pío XII-, donde se instala la imagen del Cristo del Socorro. Los fines de la Hermandad consistían en proporcionar sepultura a los difuntos, asistir a los enfermos y rezar el Vía Crucis, acudiendo en procesión con suestandarte los sábados de Cuaresma.

En los años sucesivos se sustituye el color rojo de las túnicas de los hermanos por el color morado, que fue adoptado como símbolo de la Hermandad. Se le asigna la presidencia de la procesión del Jueves Santo, y en 1763 adquiere el grupo de La Santa Cena a la cofradía de Jesús de Murcia, obra de Nicolás Salzillo, que sacará en procesión junto al palio de la Virgen de los Dolores y la imagen del Cristo del Socorro.

En 1936, al inicio de la Guerra Civil española, se suspenden todo tipo de actos religiosos. Algunas de las imágenes del grupo de La Cena se llevaron a casas particulares para salvarlas de la barbarie, a la espera de tiempos mejores. Desgraciadamente, varias figuras quedaron destruidas o seriamente dañadas. Entre las que corrieron mejor suerte estaba la imagen de San Felipe, que quedó salvaguardada en una casa familiar y que actualmente se conserva en manos de una institución bancaria.

Una vez terminada la Guerra Civil en 1939 la Hermandad reúne el patrimonio existente, adquiere nuevas imágenes y vuelve a bordar banderas, estandartes y demás piezas con el fin de restituir el patrimonio perdido. La Hermandad sale otra vez en la Semana Santa de 1940, fecha en la que restaura la procesión el Vía Crucis. Al parecer, es la primera Cofradía de la Región en volver a procesionar tras la Guerra Civil. La Hermandad se vuelve a refundar en 1945 ya bajo el nombre actual de "Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, Paso Morado", en referencia a la nueva imagen titular.

PASO ENCARNADO

El Paso Encarnado es una de las llamadas Cofradías Pasionales de la Semana Santa Lorquina. Nace esta cofradía en el año 1.863 con el nombre de Hermandad de Nazarenos Coloraos, bajo la advocación del Señor de la Sangre y es fundada en la Iglesia ex convento de San Diego.Su titular era el Cristo de la Agonía o Cristo de los terceros, que ya existía en dicho templo con anterioridad a 1741 y que recibía ese nombre por ser venerado por una Orden Tercera de aquel tiempo.

El símbolo del Paso Encarnado es un cáliz con una cruz orlada en recuerdo a la sangre derramada por Jesús en el madero. El Paso Encarnado centra su vocación en su titular, el Stmo. Cristo de la Sangre, extraordinaria talla realizada por el escultor valenciano D. José Jerique.Originalmente desfilaba sobre el trono a ruedas. En la actualidad desfila sobre los hombros de la Hermandad de Costaleros que tomaron relevo de los soldados del Regimiento de Infantería Mallorca XIII. Se venera en la iglesia de San Cristóbal, templo rabalero por excelencia, donde se pueden contemplar las imágenes del Cristo de la Penitencia y la Virgen de la Soledad.

La noche de jueves santo, la del silencio, es seña de razón de ser y existir encarnado y rabalero. La jornada comienza jubilosamente por la mañana en la iglesia San Cristobal, desde donde surge el pueblo rabalero para cruzar el puente e invitar desde el Ayuntamiento de Lorca a que todo el pueblo acompañe al Paso Encarnado a una de las mayores expresiones religiosas de la Semana Santa lorquina. Una representación de las cofradías de Lorca - Resucitado, Paso Blanco, Paso Azul, Paso Morado,y La Curia acompañan al trono de la Stma. Virgen de la Soledad, Ntro. Señor de la Penitencia y al Stmo. Cristo de la Sangre. La procesión concluye en el Atrio San Cristóbal, donde la Virgen de la Soledad, después de entrar en la iglesia, se asoma de nuevo a la puerta a esperar la llegada de su Hijo Crucificado. El encuentro es glosado por la saeta, copla desgarrada hecha oración por la Pasión de Cristo y la Soledad de la Madre.

Dentro del Patrimonio de esta cofradía encontramos el MuPaEn, casa-museo donde se pueden apreciar los bordados del Paso Encarnado. Grandes joyas bordadas en oro y sedas sobre terciopelo, entre ellas se destaca el tercio de nazarenos bordados “Las voces de Cristo”,los cuales comenzaron a bordarse en 2010. Cuenta con varias novedades que lo convierten en una parada obligatoria para el visitante que quiera conocer el bordado lorquino, así como la Semana Santa de Lorca

PASO NEGRO

La Hermandad de la Curia, Paso Negro, se remonta al siglo XIX, cuando los Colegios de Abogados y Procuradores decidieron reorganizar la antigua Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores en el Paso del Prendimiento, cuyos orígenes datan del siglo XVIII. La peculiaridad de nuestra Hermandad es su carácter gremial; todos sus miembros somos abogados, procuradores o funcionarios relacionados con el mundo del Derecho, razón por la que muchos de sus antiguos presidentes eran los Decanos de dichos colegios.

La Curia preside la Procesión del Domingo de Ramos en la carrera, pero es el Sábado de Pasión cuando realizamos la procesión más especial, más recogida: La Virgen de la Soledad recorre el casco histórico portada a hombros por miembros de la Hermandad. Se puede decir que somos “protagonistas” del casco histórico. En nuestro recorrido destacamos las calles Zapatería y de la Cava, las Plazas de España y de la Hermandad de la Curia y, como no, el paso no exento de dificultad por el Porche de San Antonio (en el que siempre hay un espontáneo dispuesto a ayudar).

Como toda procesión en Lorca se inicia con dos faroles y un estandarte, este, de Emiliano Rojo de 1950, preside la sala de juntas del Ilustre Colegio de Abogados, después la bandera, obra de López Gimeno que representa la escena del “juicio final.”

La procesión se forma en la fachada de la ex Colegial de San Patricio, frente a los Juzgados, iluminada por la luz de las velas que llevan todos los que participan, después, nuestros alguacilillos, que portan en sus manos la llave de la ciudad y el escudo de la justicia y, cerrando, la Virgen, con paso firme y lento recorriendo ese Casco histórico tan bello, tan mágico y tan necesitado de rehabilitación. La procesión llega a su fin; la Plaza de España queda en la oscuridad y, solamente alumbrada por los faroles de su trono y escoltada por los estandartes izados de todas las Cofradías, la Virgen de la Soledad avanza en silencio hacia el carrerón de la ex Colegial de San Patricio, su casa, donde se despide hasta el Domingo de Ramos, día que preside la procesión en la Carrera.

ARCHICOFRADÍA JESÚS RESUCITADO

resucitado

El ciclo procesional de la Semana Santa de Lorca culmina cada año el Domingo de Resurrección con la Procesión de la Archicofradía de Jesús Resucitado. Desde la Colegiata de San Patricio, precedida por la Sagrada y Muy Venerada Imagen de la Stma. Virgen de la Encarnación y Asunción, acompañada por numerosos fieles, sale a la calle a hombros de sus archicofrades, la Imagen del Señor Jesús Resucitado, para recorrer, entre pétalos de flores y gozosa alegría, las calles más señeras de Lorca, anunciando a los cuatro vientos la gran noticia que conmovió al mundo. ¡Cristo ha resucitado: Aleluya, Aleluya! Las primeras referencias históricas de la Archicofradía de Jesús Resucitado, como hermandad pasionaria, se remontan a los inicios del s. XVII (1601). Por lo tanto nos encontramos ante la Archicofradía más antigua de nuestra ciudad. Junto con la Hermandad del Resucitado de Roma ambas cofradías quedaron hermanadas en 1602. Los años del cambio de siglo marcarán un hito decisivo en la historia de la Archicofradía, cuando en 1801 sale por primera vez en procesión la Imagen de Nuestro Señor Jesús Resucitado, obra de D. Roque López (1714-1811). La Sagrada Imagen de María Santísima de la Encarnación y Asunción, por otro lado, es obra de José Jerique Chús en 1941. Actualmente, la cofradía tiene su sede religiosa en la antigua Colegiata de San Patricio desde 1939, situándose la ‘Casa del Resucitado’ a escasos metros de esta, recientemente inaugurada. Su imagen titular recibe popularmente el nombre de «El Palero», por haber estado su capilla en Santa María junto a unas palas o «chumberas». Esto sirvió, aparte de la propia posición de la figura, para salvarlo de la destrucción en los tristes sucesos de julio y agosto de 1936.

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